Filosofía: artesanía legal
Estamos asistiendo a un cambio de era en la abogacía. El tiempo en que los abogados sabían de todo y hacían de todo tiene los días contados. La creciente diversificación de la vida y los negocios conlleva una mayor complejidad del Derecho. La ingente producción legislativa y jurisprudencial hace que el conocimiento riguroso de las normas jurídicas sea inabarcable. Por otro lado, se está produciendo un proceso de mercantilización de todos los aspectos de la vida y del trabajo, en el que el Derecho y la abogacía no quedan al margen. En este fenómeno se tiende a la convergencia de ordenamientos jurídicos, a la homologación de prácticas profesionales y a la estandarización de los servicios jurídicos. En muchos ámbitos cada vez es más habitual oír hablar de “productos jurídicos”, de commodities, de orientación al resultado o de abogados business-focused. De la abogacía de los negocios se está pasando al negocio de la abogacía. Y en ese camino corremos el riesgo de perder el alma de la profesión.
Frente a la abogacía enciclopédica del pasado y la empresa de la abogacía, se alza la artesanía legal. Esta visión de la abogacía viene a ocupar un espacio vacío en la profesión. Combina la especialización técnica y la búsqueda de la eficiencia con la pasión por el trabajo bien hecho, el espíritu de servicio al cliente y la preservación del sentido de la profesión. En el nuevo paisaje que define la abogacía artesana, la actuación en los tribunales cobra una relevancia especial. En los procedimientos complejos el toque personal del abogado sigue marcando la diferencia. No hay estandarización posible. El enfoque de la controversia, la estrategia procesal, el criterio jurídico, la capacidad de persuasión, la convicción, la voz con la que se defiende una causa. Todos estos factores personales determinan el desenlace del caso. Ahí es donde cobra valor el estilo genuino de cada letrado.
Eso es el litigio de autor. Ésa es la filosofía que nos mueve y que inspira este blog:
- La mirada del escultor
- La técnica del relojero
- La pasión del artesano
Como en todos los oficios, la abogacía de tribunales también tiene sus maestros y su método de aprendizaje. En mi estancia en Estados Unidos descubrí que sus facultades de Derecho cuentan con programas de estudio orientados a la redacción jurídica, al análisis de textos legales y al desarrollo de habilidades y capacidades imprescindibles para el ejercicio de la profesión. Desde entonces, como parte de mi formación continua, me he aficionado a seguir las publicaciones especializadas y los autores de referencia en estas materias.
En este blog me gustaría comentar estas tendencias y proporcionar a la nueva generación de procesalistas herramientas que pueden ser útiles en un litigio. Consejos que he leído y que me gustaría compartir con vosotros. Técnicas de redacción jurídica, normas de estilo, métodos de análisis, formas de argumentación.
La persuasión es un arte. Pero sus reglas son una ciencia que puede ser aprendida y aplicada con un toque de autor.